Solo le pido a Dios,
que el dolor no me
sea indiferente. Que
la reseca muerte no
me encuentre vació y
solo sin haber hecho
lo suficiente.
Solo le pido a Dios,
que lo injusto no me
sea indiferente; que no
me abofeteen la otra
mejilla, después de que
una garra me araño esta
suerte.
Solo le pido a Dios
que
la guerra no me sea
indiferente; es un
monstruo grande y
pisa fuerte. Toda la
pobre inocencia de
la gente.
Solo le pido a Dios,
que el futuro no me sea
indiferente;
desahuciado está el que
tiene que marchar, a
vivir una cultura
diferente.